Lavado
El siguiente paso después del pulido es el lavado de la alfombra a fondo. El objetivo del lavado de la alfombra es eliminar todos los restos de polvo textil y excedente del tinte al mismo tiempo que sirve para asentar los colores. Este lavado se realiza con un detergente especial.
El procedimiento de lavado es colocar las alfombras una junto a otra en una superficie plana y enjuagarlas con abundante agua fría (el agua caliente puede hacer que los colores se diluyan).
Una vez que las alfombras están empapadas, se escurre el agua con la ayuda de un rastrillo de goma o en ocasiones con una máquina para simplificar este trabajo.
Este procedimiento se repite varias veces la puesto que la alfombra es inspeccionada a fondo con el fin de comprobar que los colores son aprobados.